sábado, 27 de octubre de 2012



SIEMPRE ES ASI
Sergio Andrés Marín 

Siempre es así, llegan a uno con ansías sanas de aprender de nuestro haber, de nuestro humilde y representativo oficio, pero cuando se hacen con nuestro conocimiento y ven la posibilidad de tener una vía de negocios, se les hace fácil, se les hace viable hacerme una competencia.

Soy Ernestina Carreño, oriunda de Charalá Santander, tierra del tiple, del orgulloso campesino. Desde los siete años me dedico únicamente a tejer lienzo, labor que aprendí de mis padres, quienes a su vez lo aprendieron de mis abuelos. Ha sido el sustento de una familia pequeña, y siempre hemos tratado de mantener nuestra tradición con el grupo de tejedoras a las que pertenecía, actualmente me encuentro por fuera de este ya que mi edad y facultad me lo exigían.

En tiempo de ferias, nuestro negocio presenta grandes demandas, lo cual es muy bueno y malo a la vez, ya que trabajo como independiente y no cuento con los recursos necesarios, pero con mis capacidades de producción en estas festividades, el negocio tiene auge.
Como les decía al principio, de buena samaritana como dicen, decidí enseñar este oficio a un grupo de mujeres (cabe decir que estas solo les interesaba el oficio como hobbie, no más) y con el pasar del tiempo aprendieron perfectamente, y en gesto desagradecido, me hicieron competencia, sacando los mismos productos con menor precio, esto dificulta un poco las cosas para mí.

Las de mi gremio vemos las ferias, como una gran oportunidad, nos esforzamos bastante, no solo para poder vender en cantidad, sino también para exponer nuestros productos y de alguna u otra manera dejar en alto la estampa charaleña. Es una responsabilidad grande, ya que llevamos parte del patrimonio en nuestras manos, y a veces parece poco reconocida por el pueblo, pero nuestra gran retribución es un trabajo bien hecho, un cliente satisfecho y el bolsillo contento.

Algunas veces han venido a mí, con el ánimo de encaminarme hacia una que otra capacitación del Sena, para magnificar mi producción, o para mejorar la calidad de mis tejidos, es tentadora no puedo negarlo, pero sumercé créame que así como estoy, estoy bien, no quiero enredarme más de lo que puedo, así pienso yo, y es en parte honrar las tradiciones e mi familia. Mis hijos solo uno a Rafael le llama la atención este humilde oficio, porque mis otras dos hijas no les agrada nada la idea, estaré feliz con que mi familia pueda mantenerse, mis hijos tengan estudio, y ojala Diosito quiera que, la tradición del lienzo se mantenga sobre los ires y venires de las generaciones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario