TEJIDOS
DE AMOR
MILTON
ARMANDO TAPIAS
La
tierra colombiana siempre ha sido una tierra apta para cultivos, lo que ha
generado que sea una gran fuente de materias primas. Pero éstas sólo las
vendemos a otros países para que ellos las transformen, por que no podemos
cultivar y convertir estas materias primas nosotros mismos.
El café es un ejemplo de que
nosotros mismos podemos cultivar , transformar y exportar, pero hoy les quiero
hablar de la industria textil, muy importante en mi municipio un oficio que
desde, hace mucho tiempo nuestros antepasados se dedicaban a trabajarlo.
Cultivaban el algodón y lo convertían en prendas de vestir para su
propia familia o comunidad, hoy vemos que esta tradición se ve casi perdida por
el desarrollo de la producción asiática en su gran parte, ahora nos vemos
llamados por lo que es de alguna manera
una marca reconocida, pero no por lo que un día fue lo propio y el
sustento de muchas familias.
No hace mucho llegó Pablo
Dupree al municipio de Charalá que volvería a retomar esta cultura, la cultura que
una vez fue propia, Dupree capacitaría a jóvenes en el hogar juvenil campesino,
para rescatar la tradición artesanal.
Un grupo de familias en la
vereda del salitre (Charalá) se mostró interesada y con el apoyo del equipo del Centro de Estudios de Apoyo Popular, y la
financiación de la Agencia de Cooperación Pan para el Mundo el grupo consulta a
los artesanos tradicionales, experimenta herramientas y se capacita en cada una
de las labores. Terminada esta capacitación Dupree se marcha con su proyecto.
Las familias
capacitadas se acentuaron en una pequeña casa donde ejercen sus conocimientos
adquiridos en la capacitación realizada por Dupree.
Así el rescate de un arte
pasó a complementarse con la parte de comercio ya que sus productos terminados
eran tan apetecidos por turistas que se vieron en la problemática de crear una
sede urbana para que facilitara aun mas la comercialización de prendas de
vestir, esta propuesta fue tan bien acogida por un escritor llamado Pierre
Raymond que en esa época pensaba escribir de la caña y encontró a este grupo de
mujeres que decidió vincularse y ayudar a este grupo y aun escribir sobre ellas, y desde este momento
el grupo empezó a llamarse Corpolienzo.
El financiamiento que se
logro fue invertido en maquinas que se utilizan en la transformación del
algodón hasta al lienzo, en el casco urbano se pudo instalar en una casa donde
también se dedicaban a este oficio, una mujer llamada francisca fue quien les
abrió espacio en su casa, en este lugar luego de un tiempo la señora Francisca
tuvo que despojar a las señoras que habían llegado allí porque habían invadido
un espacio mucho mas grande que cuando comenzaron, de ahí salió una idea de doña Francisca de
formar su propia microempresa llamada hoy MANIK.
Las otras señoras veían la
necesidad de seguir el oficio pero no tenían un lugar donde desarrollarlo,
buscaron diferentes lugares y en muchos estuvieron un gran tiempo, pero como
ninguno era propio nunca tuvieron un lugar fijo donde en verdad realizar y expandir las prendas de vestir a
base de algodón.
Hasta
que Pierre Raymond busco ayuda en el extranjero y de allí recolecto dinero para
comprar una casa de un buen tamaño donde pudiesen realizar sus actividades, es
ahí donde actualmente muchas mujeres asociadas desempeñan su labor paso a paso y comercializan con mayor
facilidad y mayor productividad.
Actualmente esta corporación
tiene dos sedes una muy cerca de donde empezó toda esta historia y otra en el
casco urbano del municipio de Chárala y reciben la ayuda de Pierre Raymond y muchas personas mas, lo
cual es producto de que Corpolienzo surja cada día mas, todas las personas
vinculadas a este esperan que con el amor que entregan a su trabajo puedan
llegar a ser reconocidas en todo el mundo ya que absolutamente todo es un proceso
complejo, largo y natural”
“todo lo que hacemos, lo
hacemos por amor”
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